Cuando te hacen dudar de ti... en el trabajo
Una buena amiga que vive en Estados Unidos me comentaba hace poco una situación en su trabajo:
He estado preocupada hablando sobre la gestión presupuestaria hace semanas, pero hoy en una reunión con todo el equipo, mi jefe aseguró que yo no lo he anticipado o comentado. Lo dijo tan firme que todos le creyeron. Me quedé callada... me sentí mal.
A este tipo de situaciones se les dice en inglés: gaslighting. Es un término que implica manipulación psicológica, hacer que otra persona dude de su percepción de la realidad. En español sería hacer luz de gas, pero no se escucha esta expresión con frecuencia. Yo prefiero seguir usando el anglicismo…
El gaslighting es común entre parejas y entre amigos, pero puede tener lugar en ambientes de trabajo. En la oficina, esto puede manifestarse así:
“Nunca dijimos eso.”
“Estás exagerando.”
“Otra vez interpretaste mal.”
“Eso no pasó así.”
No es olvido ni confusión. Puede ser una manipulación sistemática para hacerte dudar de lo que sabes que pasó. De tus palabras. De tus ideas. Incluso de tus capacidades.
Algunos escenarios:
🔹 Negación de acuerdos previos
Un compañero asegura que jamás te pidió algo, cuando tú tienes pruebas de que sí.
🔹 Invisibilización o apropiación de ideas
Tus propuestas se ignoran, pero más adelante alguien las presenta como propias… y son bien recibidas.
🔹 Cambios de narrativa según conveniencia
Primero te felicitan, luego niegan que el logro haya sido significativo.
🔹 Invalidación emocional
Te hacen sentir “demasiado sensible” o “problemático” por poner límites o expresar una inconformidad legítima.
¿Por qué el gaslighting es peligroso?
Porque podría pasar del terreno “comportamiento” a la “identidad”, cuestionando quién eres. A largo plazo, esto podría afectar tu desempeño en el trabajo, lo cual también tendrá implicaciones negativas en tu organización: no compartes tus ideas, evitas conflictos (aunque tengas razón), dudas de tus decisiones, buscas aprobación de quien te desacredita, o simplemente renuncias de manera silenciosa.
¿Y si el gaslighting viene de ti mismo?
Esto es menos evidente, pero podría pasar. Se dice auto-gaslighting: cuando tú mismo comienzas a desacreditar tus recuerdos, tus logros y tus capacidades.
El auto-gaslighting ocurre cuando:
Agarras un recuerdo (especialmente uno vinculado a la vergüenza o al fracaso) y exageras su importancia;
Te convences de que un solo momento define tu carácter o tus capacidades (creencias limitantes);
Reemplazas una perspectiva equilibrada por una narrativa dura y autocrítica;.
Recuerdas selectivamente solo aquello que confirma tu imagen negativa de ti mismo.
Si tiendes a verte como alguien que siempre está en desventaja o que tiene defectos “de fábrica”, tus distorsiones de memoria probablemente reforzarán esas creencias.
Esto crea un ciclo vicioso:
Autopercepción negativa → recuerdo sesgado → autopercepción negativa reforzada.
Es posible que ese recuerdo esté distorsionado… Como lo explican los estudios de la psicóloga cognitiva Elizabeth Loftus, la memoria no es una grabadora: es una reconstrucción continua, frágil y moldeable. Cada vez que recordamos un evento, lo reinterpretamos con nuevas emociones, sesgos y percepciones actuales.
La disonancia cognitiva entra en juego cuando nuestros recuerdos chocan con la realidad actual. En vez de aceptar que tal vez hemos crecido, cambiamos el recuerdo para que encaje con una versión limitada de nosotros mismos.
¿Cómo responder sin entrar en esos círculos viciosos?
Aquí tres estrategias clave:
✅ 1. Di menos, enfócate más.
Quien usa gaslighting quiere que te desgastes en explicaciones, justificaciones, aclaraciones innecesarias. No caigas en ese juego.
En vez de justificarte, usa frases como:
“No voy a discutir mi percepción.”
“No necesito demostrar algo que sé que ocurrió.”
“Estoy claro de lo que viví.”
Practica el silencio estratégico. Es una forma de poder.
✅ 2. Anclaje emocional.
Cuando te invalidan, no es necesario pelear. Necesitas anclarte a tu realidad sin perder la compostura.
Di cosas como:
“Yo tengo una percepción diferente.”
“Así no lo viví yo.”
“Eso no coincide con lo que recuerdo.”
Estas frases desactivan el conflicto y te devuelven el control emocional. Como dice Marshall Rosenberg, creador de la comunicación no violenta: “No tienes que atacar para defender tu verdad.”
✅ 3. Ancla tu versión en hechos, no en emociones.
La mejor forma de responder al gaslighting es con claridad y documentación. No para convencer al otro, sino para sostener tu propia versión frente a ti mismo.
Lleva un registro de acuerdos, reuniones, decisiones (la bitácora).
Guarda evidencia (correos, notas, actas).
Refuerza tu narrativa con hechos.
Y si el gaslighting es interno:
Cuestiona si ese recuerdo negativo realmente ocurrió como lo piensas.
Pregunta: ¿esta historia me sirve? ¿me ayuda a crecer? (Construye segundas historias, que SI te sirvan)
Reescribe con compasión: ¿cómo lo vería un amigo o colega que me quiere?
Tu memoria no es una sentencia.
Tu pasado no es tu identidad.
Y tu presente puede empezar con una nueva narrativa.
🦉 Momento de sabiduría
“La memoria no es un archivo. Es una historia contada una y otra vez.” Elizabeth Loftus
“No creas todo lo que piensas.” Byron Katie
📚 Lecturas recomendadas
Comunicación no violenta de Marshall Rosenberg
Ideal para responder con claridad sin perder la calma.El poder de la presencia” de Amy Cuddy
Para recuperar la seguridad cuando sientas que tu voz se debilita
🤔 Reflexión
💡 ¿Te estás contando una historia vieja que ya no te representa?
💡 ¿Como líder, caes en la práctica del gaslighting con tu equipo?
💡 ¿Como líder, qué puedes hacer ?
🎯 Desafío para implementar esta semana
Esta semana, el reto es entrenar tu radar. Durante tus reuniones, conversaciones o intercambios laborales, mantente alerta ante alguna de estas señales:
😒 Alguien niega hechos que tú recuerdas con claridad.
🥺 Sientes que están minimizando tu opinión o experiencia.
😫 Te hacen sentir que estás “exagerando” o “malinterpretando” algo que vives como real.
Cuando detectes algo así:
😊 Haz una pausa interna. Respira antes de reaccionar.
😌 Recurre a una frase de anclaje emocional como las indicadas más arriba. Por aquí te comparto más frases de anclaje emocional.
Y si lo necesitas, anota lo ocurrido justo después para tener claridad en tu bitácora y proteger tu narrativa. Porque lo que viviste, sí importa.
¡Hasta la próxima semana!
Con grit & grace,