Wow… En la entrega #28 y en esta sentí como si me estuvieras hablando directamente a mí. Tocaste un tema con el que me identifico profundamente y que estoy intentando redirigir. El síndrome del impostor y el perfeccionismo muchas veces me juegan en contra.
Lo curioso es que disfruto muchísimo el proceso —de verdad, lo disfruto intensamente— pero cuando llega el momento de recoger los frutos, de recibir un halago o un reconocimiento, me cuesta creerlo. Suelo pensar que la gente lo dice por cortesía, no porque realmente lo sienta. Me resulta difícil aceptar que algo ya está bien hecho. Soy extremadamente crítica conmigo misma, como si nunca fuera suficiente.
Estoy trabajando en permitirme recibir, en no analizar cada elogio como si tuviera una doble intención. Porque sé que si no soy capaz de reconocer el valor de lo que hago, tampoco puedo habitarlo plenamente. Gracias por esta herramienta tan reflexionada y reflexiva —que nos hace pensar, revisarnos y ver las cosas desde otra óptica— y por los consejos que tan generosamente compartes.
Amiga bella. Gracias por compartir tu experiencia. Somos muchos los que nos identificamos con estas situaciones. Yo peleo con mi perfeccionismo prácticamente a diario. En la medida que estamos conscientes… podemos adoptar estrategias que nos ayuden a navegar el lado oscuro de esa condición. El lado positivo es que estamos siempre aprendiendo y dando lo mejor!
El grit & Grace de hoy estuvo excelente para mi, ya que quiero mejorar siempre como facilitadora. Me gustaría saber que mejorar, voy aplicar algunas herramientas que promueves en esta lectura. ¿Qué dice EEG que debo mejorar?
Curiosidad y la apertura para aprender! Tienes el espíritu de un facilitador/ coach con mentalidad de crecimiento. ¿Qué mejorar? Conocer a tu audiencia y asegurar conexión. Es la clave para que todo lo demás, fluya bien! Ya eres una gran maestra! Y con tu interés y dedicación, cada vez … mejor! Vamos! 👏🏻
Wow… En la entrega #28 y en esta sentí como si me estuvieras hablando directamente a mí. Tocaste un tema con el que me identifico profundamente y que estoy intentando redirigir. El síndrome del impostor y el perfeccionismo muchas veces me juegan en contra.
Lo curioso es que disfruto muchísimo el proceso —de verdad, lo disfruto intensamente— pero cuando llega el momento de recoger los frutos, de recibir un halago o un reconocimiento, me cuesta creerlo. Suelo pensar que la gente lo dice por cortesía, no porque realmente lo sienta. Me resulta difícil aceptar que algo ya está bien hecho. Soy extremadamente crítica conmigo misma, como si nunca fuera suficiente.
Estoy trabajando en permitirme recibir, en no analizar cada elogio como si tuviera una doble intención. Porque sé que si no soy capaz de reconocer el valor de lo que hago, tampoco puedo habitarlo plenamente. Gracias por esta herramienta tan reflexionada y reflexiva —que nos hace pensar, revisarnos y ver las cosas desde otra óptica— y por los consejos que tan generosamente compartes.
Amiga bella. Gracias por compartir tu experiencia. Somos muchos los que nos identificamos con estas situaciones. Yo peleo con mi perfeccionismo prácticamente a diario. En la medida que estamos conscientes… podemos adoptar estrategias que nos ayuden a navegar el lado oscuro de esa condición. El lado positivo es que estamos siempre aprendiendo y dando lo mejor!
El grit & Grace de hoy estuvo excelente para mi, ya que quiero mejorar siempre como facilitadora. Me gustaría saber que mejorar, voy aplicar algunas herramientas que promueves en esta lectura. ¿Qué dice EEG que debo mejorar?
Sandra! Gracias por leer y por tener siempre la
Curiosidad y la apertura para aprender! Tienes el espíritu de un facilitador/ coach con mentalidad de crecimiento. ¿Qué mejorar? Conocer a tu audiencia y asegurar conexión. Es la clave para que todo lo demás, fluya bien! Ya eres una gran maestra! Y con tu interés y dedicación, cada vez … mejor! Vamos! 👏🏻
Gracias, un abrazo