Grit & Grace 8 - Toma de decisiones, ética y transparencia
Democracia, ética y resistencia civil. La importancia de la transparencia y la rendición de cuentas.
Un reto personal
Hace unas semanas enfrenté un desafío que, confieso, me generó incertidumbre y ansiedad: ¿sería capaz de cumplir con las altas expectativas de un seminario sobre malformaciones políticas del Estado contemporáneo? Aposté. Di lo mejor de mí y el resultado me sorprendió: un mensaje del profesor diciendo que en toda su trayectoria como profesor doctoral, ésta era la primera vez que colocaba la máxima calificación 😊. Mi ensayo final abordó un tema fascinante y apremiante: la vulnerabilidad de la democracia frente a la corrupción y las prácticas mafiosas.
Este logro me dejó dos lecciones claras: en el plano personal, la valentía para hacer lo que nos apasiona, pese a los contratiempos y las limitaciones. Segundo, en el plano profesional y político: la importancia de velar por la transparencia y la rendición de cuentas en nuestros entornos inmediatos, y por supuesto, el papel de la sociedad civil para defender la libertad de de expresión, las cuentas claras y el bien común.
Democracia y prácticas mafiosas
En mi ensayo, separé las prácticas mafiosas de simples actos criminales. Responden más bien a un pensamiento que opera en una "zona gris", donde lo legal y lo ilegal se fusionan bajo una fachada de legitimidad. Esto las hace especialmente letales para la democracia liberal. Utilizando el concepto de "político de negocios" de Federico Varese ilustré cómo algunos políticos manejan influencias y recursos para beneficio personal, manipulando sistemas e instituciones a su favor. ¿Esto suena familiar?
La sociedad civil, el periodismo independiente y los mecanismos de vigilancia ciudadana son, en este escenario, nuestras mejores armas.
Elecciones en Estados Unidos
La reciente victoria de Trump y el desempeño de Kamala Harris revelan una lección fundamental en política: la importancia de mantener una conexión genuina con las preocupaciones del ciudadano promedio. Aunque múltiples factores influyeron en el resultado -desde la inmigración hasta la inflación, pasando por el respaldo de figuras como Elon Musk- el factor decisivo parece haber sido la desconexión del Partido Demócrata con el sentir de la población estadounidense. La polarización y la política identitaria abrieron brechas para diferentes narrativas. En un ambiente convulso y confuso… la postura conservadora ganó.
La campaña demócrata de los últimos 100 días antes de las elecciones cometió un error estratégico fundamental: concentrarse excesivamente en narrativas sobre identidad de género. En algunos casos la política identitaria nos hace asumir, erróneamente, que un grupo específico votará en función de sus simpatías o antipatías naturales. Sin embargo, en estas elecciones observamos cómo los valores sociales tradicionales se mantuvieron transversales en diferentes grupos identitarios. Hay algunos analistas que incluso comentan el fin de la “política identitaria”. Yo no estoy de acuerdo, pienso que es una posición muy simplista. La identidad es y seguirá siendo crucial en la política, pero las personas están eligiendo o priorizando algunos aspectos de su identidad, de sus valores culturales y sus preocupaciones socioeconómicas por encima de raza, género o etnia.
Aprendizaje: es esencial mantener un diálogo constante con las bases. Escuchar y no asumir. Los demócratas podrían haber mantenido su compromiso con la inclusión y el cambio climático mientras comunicaban una propuesta económica y social más clara y pragmática. Las identidades de hoy son fluidas y múltiples. Es imprescindible reconocer esta complejidad y conectar con las preocupaciones de las personas, independientemente de su origen étnico o racial.
Los que votaron por Trump están felices. Los que no, están preocupados. Es comprensible.
Los que están preocupados expresan particular inquietud sobre el futuro de las políticas ambientales, los derechos de minorías y la gestión migratoria. Desde una perspectiva geopolítica más amplia, a mi me preocupa el posicionamiento de Estados Unidos en el escenario internacional, particularmente en su relación con Rusia y China, así como su papel en el complejo conflicto entre Israel y Palestina.
El manejo de las relaciones internacionales demanda un pragmatismo que trascienda las ideologías. La estabilidad global, el balance de poder y la resolución de conflictos internacionales requieren una política exterior coherente y equilibrada, no posturas ideológicamente rígidas.
Proceso de toma de decisión: uno, máximo dos criterios (emocionales, no racionales)
Mis conversaciones informales con amigos -antes de las elecciones- revelaban una realidad que los análisis políticos y las encuestas estaban pasando por alto: la decisión electoral frecuentemente se reduce a preocupaciones muy específicas y profundamente personales.
Dos temas emergieron consistentemente como decisivos para apoyar a Trump: la inmigración, específicamente la percepción de que la inmigración irregular representa una amenaza a la estabilidad social y económica del país. Y los valores familiares tradicionales. El Partido Demócrata se centró excesivamente en los temas de identidad de género y esto generó resistencia entre votantes que ven en estas políticas una amenaza a sus valores y a su concepción de la familia.
Para mi, es increíble observar cómo uno o dos factores específicos pueden determinar decisivamente el comportamiento electoral, por encima de muchos otros temas cruciales.
“En política, la apariencia y la percepción son más importantes que la realidad”. El Príncipe, Maquiavelo.
Y eso no pasa sólo en política, también en otras esferas.
Definitivamente el éxito no radica necesariamente en tener las mejores propuestas o las políticas más acertadas, sino en la capacidad de conectar genuinamente con las preocupaciones reales de la gente. Walter Lippmann lo expresó acertadamente al señalar que “el pueblo vota, no tanto por un programa, sino por una imagen que tiene poco que ver con los hechos”. Esta realidad es incómoda para quienes vemos la política desde una perspectiva más racional o tecnocrática. Sin embargo, como también explicó Kahneman: las decisiones están más vinculadas a resonancias emocionales y percepciones de representación que a análisis objetivos.
El pragmatismo no implica abandonar principios, pero sí comprender que la forma en que se comunican las ideas puede ser tan importante como las ideas mismas.
“La política es el arte de lo posible, no de lo ideal”. Bernard Cohen
Ética y transparencia: del ámbito público al privado
La democracia no solo enfrenta amenazas externas. También debe lidiar con prácticas internas que la debilitan, como la falta de rendición de cuentas y la corrupción. Lo mismo ocurre en las organizaciones: cuando no hay transparencia y los líderes no rinden cuentas, se genera un ambiente propicio para el abuso de poder. Y eventualmente, la transición hacia el autoritarismo, o peor, hacia un Estado Mafia.
¿Cómo podemos fomentar una cultura de transparencia y ética en el trabajo?
Rendición de cuentas en dos direcciones: Los líderes deben ser responsables ante sus equipos, y los colaboradores ante sus líderes.
Procesos claros: Establecer sistemas transparentes para la toma de decisiones y el manejo de recursos.
Promoción del diálogo abierto: Crear espacios donde las preocupaciones éticas puedan discutirse sin temor a represalias. Un ambiente en el que las personas puedan sentirse cómodas para expresar ideas disruptivas y transformadoras.
Formación continua en valores: la Maestría en Gobierno, Fiscalidad y Políticas Públicas de DUX Escuela de Gobierno va más allá de los conocimientos técnicos. Entendemos que la formación de líderes, tanto públicos como en el sector privado, requiere un compromiso profundo con la ética y la integridad. Éstos son elementos fundamentales para construir resistencia ciudadana frente a la corrupción y las prácticas mafiosas.
La transformación no puede ser sólo institucional sino cultural. Aquí una foto de la última promoción de casi 30 participantes de nuestra Maestría. Fue un evento precioso y muy emotivo.
🦉 Momento de sabiduría:
"La democracia es el peor sistema de gobierno, excepto por todos los demás que se han probado." – Winston Churchill.
"El precio de la libertad es la vigilancia eterna." – Thomas Jefferson.
"El liderazgo es una poderosa combinación de estrategia y carácter. Pero si debe prescindir de uno, que sea estrategia." – Norman Schwarzkopf.
📚 ¿Qué estoy leyendo?
Estas últimas semanas las dediqué en bastante medida a investigar sobre democracia, mafia y corrupción, así como el papel de la sociedad civil. Estos son algunos de los libros que me ayudaron con mi ensayo:
Democracia y sociedad civil de John Keane. Me gustó su concepto de democracia “monitorizada”.
La Mafia Siciliana de Diego Gambetta. En linea con la tesis de que la mafia trasciende el simple crimen organizado.
Mafias on the Move de Federico Varese. Introduce el concepto “político de negocios” … hmmm, demasiado actual.
Yo no de Joachim Fest. Sigue por aquí… en mi lista de libros recomendados. Es sobre el rechazo del nazismo como actitud moral. Yo no. ¿Y tu, puedes decir “no”?
🤔 Reflexión:
¿Cómo aseguramos que nuestras decisiones, tanto en el ámbito laboral como personal, reflejen nuestros valores?
¿Qué mecanismos de transparencia y rendición de cuentas podemos implementar en nuestras comunidades o equipos de trabajo?
¿Estamos escuchando y comprendiendo las preocupaciones fundamentales de quienes lideramos o con quienes trabajamos?
🎯 Desafío para implementar:
Esta semana te invito a un ejercicio de observación y acción: identifica en tu entorno laboral o comunitario una práctica o proceso que necesite mayor transparencia o fortalecimiento ético. Enfócate en cambios pequeños pero significativos que conecten directamente con lo que las personas necesitan y desean.
La resistencia contra la corrupción y el abuso de poder es difícil. Pero la historia nos enseña que los cambios comienzan desde lo local y lo pequeño.
El desafío es claro, si no protegemos activamente nuestros espacios democráticos, desde los más pequeños hasta los más amplios, arriesgamos perder progresivamente nuestras libertades fundamentales en el trabajo, en la comunidad, en el mundo.
Yo, como Fest al Nazismo, digo “no” a las prácticas mafiosas.
¿Qué pequeño cambio puedes impulsar esta semana?
Primero felicitarte por ese logra de tanta importancia en el doctorado de Ciencias políticas. Comparto plenamente tus reflexiones sobre el papel de la sociedad civil en defensa del sistema democrático. No en balde el filósofo y estadista irlandes del siglo XXVII Edmund Burke sentencia "Para que el mal triunfe solo hace falta que los buenos no hagan nada"
Interesante propuesta. Vamos a llevar a cabo cambios pequeños, pero significativos. Empecemos por nosotros, abandonando la apatía y la indiferencia frente a los acontecimientos de nuestra comunidad y país. Nuestras manos suman.
Gracias por el enfoque. La política no es un asunto de pocos, sino de todos. La política va más allá de las urnas, se trata de nuestro día a día.